6.4.11

Hoy: 'Cultura gastronómica casera; cultura gastronómica de alta cocina' por Enrique Cuervas Barba

Estaba ya cansado de hacer fichitas, aunque volveré a ello en cuanto encuentre algún producto que merezca realmente la pena comentar; hasta entonces, voy a dedicarme a hacer algún que otro artículo de opinión cultural que merezca algo la pena.
Hoy, como podéis ver en el título; hablaré de cocina, la cocina nunca ha sido santo de mi devoción hasta hace un par de años. Descubrí que, al fin y al cabo, forma parte de nuestra cultura mediterránea actual y que el hecho de crear y hacer 'algo' elaborado en base a otro 'algo' que no lo está es lo más parecido al arte.
Todos nos hemos quedado con hambre en algún restaurante; y quien diga que no miente 'like a bellac'; eso seguro. El miedo a quedarnos con hambre se ha instaurado en nuestras vidas como un vecino normal y corriente.
Existen dos tipos de cocina o de cultura culinaria en la actualidad; bueno, podríamos distinguir un par o tres más de tipos que son más secundarios que primarios por su falta de polarización. Tendríamos a la cocina 'de casa' y la 'alta' cocina en los extremos; y en la mitad, ejerciendo de árbitro, nos encontraríamos con la cocina de 'bar', la cocina de restaurante tipo y la cocina de creación, a punto de cruzar la línea hacia la alta.
Empecemos distinguiendo un plato fácil en cada uno de esas ambientes: un plato de pollo con patatas mismo. En casa sería el clásico pollo rebozado con patatas fritas; éxtasis de sal y si el día es generoso huevo sin clara y pan. En la de bar se nos presenta el plato en un combinado número 17, pequeña representación de esa cultura española de bar que va de la mano de la tortilla y la 'paela', como dirían en Manchester. Si hablamos de la cultura de cocina de restaurante nos encontramos con una carta forrada con terciopelo donde en dos idiomas reza: Pollo con guarnición/Pollastre amb guarnició. Al que por cierto luego siempre le incorporan un pimiento verde, el incomprendido que nadie ha pedido para comer (incluso a veces las patatas, sin saberlo, son al caliu o 'a lo pobre' con abundancia de orégano u otras especias). En la cultura de cocina creativa el plato sería algo así como 'Pincho de pollo con helado de pistacho y guarnición de patata de la India'; presentado en un plato ya pequeñito (que se suele incluir en los menús degustación y en formato 'tapa'), antecedente de la 'alta' cocina. En esta ya el cachondeo para el comensal es máximo: Gallus gallus flambeado con edulcorantes básicos de argento, coloreado con salsa de tubérculo rojo de Pakistán y lengua de pato. ¿Enserio, es una broma? El plato suele ser minúsculo, el precio; desorbitado y la decoración; minimalista. Al fin y al cabo no deja de ser un 'pincho' de 3x4 (centímetros) decorado con una rallita de especias líquidas en formato dibujo (ahora muy de moda).
Es cierto que mucha gente defiende este tipo de cocina como el arte culinario del mediterráneo; creación de obras artísticas para el paladar; pero, no te dejes engañar. Me da extremadamente rabia aquellas personas que son elitistas hasta ese punto: gastarse 300 euros en dos platos para luego tener que ir a comerte un 'frankfurt', realmente lamentable, a mi parecer. Como la comida de casa, en ningún sitio; y como la de la abuela, tampoco. Debería ser considerado cultura nacional. ¿Bien inmaterial de la humanidad? Que nos quiten 'lo bailao'. ¿Quién no se ha forjado entre fogones espumosos de caldo? ¿Quién no recuerda comer la mejor tortilla de patatas o las mejores croquetas los días que vienen invitados? ¿Y los domingos de paellas? 
Hay gente que se cierra en banda y reniega de sus orígenes; todos, y digo todos, hemos pasado por esa etapa de nuestras vidas. Yo, al menos, las recuerdo con cariño; era cuando comíamos de verdad.
Quiero hacer también un grito a favor de los restaurantes tipo; sobretodo de los situados en la franja Oeste de Castilla y León. Eso también es comer bien, cultura española y mediterránea que nos intruye al paladar. 'Las Ventas', restaurante 'leonés-gallego-berciano' de Borrenes; estrella Michelín YA. 
Y, a parte, ¿quién no recuerda esas noches de fritanga con los amigos porque no hay dinero? Platos combinados y bocadillos grasientos.
La cultura española culinaria es así; la de casa, una gozada para nuestras bocas, la de bar, sabor a amistad y juventud, sabor típico (ese típico que sabe a cultura y costumbres del país) y la de restaurante la cultura del babero, del chuletón de buey de 500 gramos de segundo y la de sorbete de limón de postre (si que es cierto que aquí hay restaurantes 'pijillos' que están bastante bien y que la relación calidad-precio se ajusta, aunque siempre con excepciones).
Ahora sí, como comentaba antes, lo que siempre he visto una barbaridad ha sido el hecho de que la alta cocina esté tan valorada como arte. La cocina de creación aún está bien, sin cruzar la línea de peligro; ya que explora nuevos horizontes para probar platos diferentes (pese a eso son muy caras en menús de degustación). Pero, la 'alta' cocina; ¿porqué alta? ¿es a caso mejor que las otras? Está elaborada, sí, pero; ¿forma parte de nuestra cultura un mini bocadito que vale cerca de 200 euros? ¿se paga por la calidad, por la cantidad o por la 'marca'? Está claro que es la exclusividad la que prima en el centro de estas cuestiones. 
-¡Eh! Me he comprado un polo Ralph Lauren-
-Yo uno del Zara-
 ¿Sería lo mismo...?
-¡Eh! Fui a comer a un restaurante exclusivo de Barcelona, 120 euros de menú, aunque no me llené del todo-
-¿Pero era algo especial?
-No, no; simplemente trufa con salmón y todo ese rollo, caviar...-
-Pues yo comí en casa; ensaladita y ternera con patatas; para caviar estaban dando un documental de ballenas por la tele-
Y como eso, todo. ¿Qué es cultura? ¿Se sabe? ¿Qué es más cultura que otra cosa? ¿Es mejor un plato de fritanga que uno de helado de pistacho con ruso? ¿Qué diferencias hay entre la calidad de ambos productos o el precio y la compañía? Todo es relativo.
Defiendo que la cultura, al menos culinaria, debería basarse en unos principios empíricos vitales. Comida de la abuela -cultura culinaria vital- Bar -cultura española típica y vital- Restaurante -celebrar nuestro cumpleaños con gente querida, vital y buena relación calidad-precio (también depende)- Cocina de creación -¿necesaria? Quizá...- 'Alta' cocina -en primer lugar, le eliminaría el concepto 'alta' y en segundo, eso no es cultura, no es arte, es un puñado de 'Adriàs' y 'Ruscalledas' que quieren comerse el mundo en base a los bocados de otros.
Y ahora voy a hacerme unos huevos fritos de codorniz buenísimos que he comprado en el Mercadona.



Pasta con tomate y dos trocitos de pollo (vámonos luego a la esquina que hacen unos 'kebabs buenísimos)

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